La reducción del riesgo por fenómenos
Hidrometeorológicos: una tarea de todos
Por: José
Llanos Arias
De acuerdo a
estudios que ha realizado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), casi las
tres cuartas partes de los desastres de origen natural o los considerados por los
expertos como desastres socialmente construidos que ocurren en el mundo están
relacionados con el tiempo atmosférico, el agua o el clima y en los últimos
años se observa que en varias partes del mundo, los riesgos de pérdidas
económicas asociados con los peligros meteorológicos va en aumento, aunque
afortunadamente se registran menos muertes.
En este
sentido, nuestro país cada año está expuesto a ser impactado por diversos
fenómenos atmosféricos (frentes fríos, ondas y ciclones tropicales e
interacción entre éstos). En el caso particular del Estado de Veracruz, la
recurrencia de verse afectado, tan sólo por ciclones tropicales, pareciera que
también se incrementa. De 2005 a 2013, catorce ciclones tropicales, entre
tormentas y huracanes, han impactado de manera directa a la entidad veracruzana
y, prácticamente, cada año se da la interacción entre un frente frío (sistema
extratropical) con la presencia en el estado de un alto contenido aire cálido y
húmedo o de una onda tropical (sistema tropical).
El peligro
meteorológico, está directamente relacionado con la atipicidad o “rareza” del propio fenómeno, ya que cuanto
mayor atípico es, existe menos preparación para enfrentar sus efectos. Por lo
anterior, es importante diseñar sistemas de alerta temprana que hagan una
llamada a tiempo a las autoridades y ciudadanos para que presten atención
especial a la evolución del tiempo atmosférico con la finalidad de reducir el
riesgo hidrometeorológico.
Desde luego, también
es necesario complementar esta herramienta con otros instrumentos que generen y
fortalezcan la conciencia de la protección civil; fomenten el conocimiento de
las causas de los desastres y los efectos de los peligros naturales. De igual
forma, resulta fundamental trabajar con proyectos que contemplen la reubicación
de los asentamientos con alto grado de vulnerabilidad (especialmente los que se
asientan en los márgenes de los ríos y arroyos y laderas), fomenten la
planeación en el desarrollo urbano y, por supuesto, se hace imprescindible la
aplicación de la ley para no permitir más asentamientos en zonas de alto
riesgo.
También es
importante la realización de obras como presas, bordos, espigones, desazolves
de causes, ampliación de la capacidad de los drenajes pluviales, entre otros;
sin embargo, todas estas obras son realizadas bajo determinadas condiciones
hidrológicas, hidráulicas y económicas, y, si bien, para su diseño se emplea
información de lluvia, gastos y niveles de agua alcanzados de una serie
histórica, este conocimiento nunca podrá asegurar una respuesta para todos los
eventos extremos (atípicos) que pudieran existir en la zona, por lo que no se puede
garantizar en un 100% la protección de la población y zonas productivas.
La
implementación de lo antes expuesto requiere de muchos recursos económicos y de
tiempo, por lo que es importante tomar medidas para anticiparse a los fenómenos
atmosféricos severos, mediante el uso de tecnologías de vigilancia y diferentes
productos o alertas meteorológicas que permitan una preparación adecuada para proteger
a la población, sus bienes, la infraestructura y la riqueza medioambiental y
económica.
Gracias al
avance tecnológico, modelos de pronóstico meteorológico y pericia de los
pronosticadores del tiempo, es posible informar a la población sobre el peligro
que pudieran representar los fenómenos atmosféricos de escala regional
(ciclones y ondas tropicales, frentes fríos y vaguadas), no así los de escala
local (tormentas eléctricas, granizadas, remolinos, turbonadas, etc), debido a
que aún su pronóstico se encuentra limitado.
Precisamente
para aprovechar estas herramientas el Gobierno de Veracruz diseñó la Alerta
Gris, cuyo objetivo principal radica en concientizar a la población y
autoridades a mantenerse informado y prepararse con un mayor tiempo ante el
probable peligro que representen las condiciones hidrometeorológicas extremas.
La Alerta
Gris describe el comportamiento del sistema o fenómeno actualizando sus efectos
(lluvia, viento, temperatura) y las áreas o zonas susceptibles de ser dañadas,
asimismo, se acompaña de las recomendaciones pertinentes para cada caso. Ello permite
que el Comité Estatal de Emergencias del Estado de Veracruz se active y ejecute
los protocolos que tiene implementados para cada una de las Dependencias que lo
constituyen.
Si bien, es
necesario establecer un Sistema de Alerta Temprana que además del peligro o
amenaza incluya la vulnerabilidad para identificar el grado de riesgo por zona,
la Alerta Gris representa una herramienta que, si es potenciada por las
autoridades de todos los niveles y la población, seguramente apoyará en la
reducción de los efectos de los diversos fenómenos hidrometeorológicos que año
con año inciden en Veracruz.
Es importante
remarcar el apoyo que brindan los medios de comunicación de nuestra entidad que
ya identifican la Alerta Gris y la difunden. Sin embargo, se requiere de la
participación de todos; esto es, tenemos que generar el hábito de consulta de
esta herramienta y estar siempre conscientes de los peligros y riesgos “naturales”
a los que estamos expuestos para entender plenamente las consecuencias y
prepararnos para afrontarlas.