El cambio climático afecta esencialmente a las personas más vulnerables, que muchas veces se ven obligadas a abandonar sus hogares, por lo que las actuales negociaciones sobre un acuerdo mundial sobre el clima deberían hacer énfasis en la prevención y mitigación de estos movimientos migratorios. Así lo urgieron hoy en rueda de prensa representantes del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Mundial de las Migraciones (OIM), y el Centro de Supervisión de Desplazados Internos (NRC). “Hasta la fecha la imagen del cambio climático son un par de osos polares encima de un iceberg a la deriva. Olvidamos que los más afectados son millones de personas que se ven obligados a abandonar sus hogares a causa de desastres, muchos de ellos causados por el cambio climático”, dijo José Riera, asesor especial del ACNUR. Representantes de 195 países se encuentran desde el domingo en Ginebra reunidos en una nueva ronda de negociaciones cuyo objetivo es elaborar un texto sobre el cual se pueda negociar un acuerdo global de lucha contra el cambio climático. Según los cálculos de la NRC, desde 1970, el número de desplazados internos forzados a abandonar sus hogares como consecuencia de desastres producidos por el cambio climático se ha doblado. “Es muy difícil decir cuantos desplazamientos han sido causados directamente por el cambio climático, pero sí podemos decir con certeza que en 2013, 22 millones de personas fueron desplazadas por desastres ocurridos en 119 países, muchos de ellos provocados inicialmente por desastres meteorológicos”, afirmó Alfredo Zamudio, director del NRC. Ante esta constatación, las organizaciones mencionadas quieren que el texto que se debate esta semana en Ginebra, incluya párrafos tanto en el preámbulo, como en su contenido general, que hagan referencia a los desplazamientos forzados causados por el cambio climático, a las acciones para prevenirlo y a los programas para mitigarlos. “Lo importante es que los Estados miembros reconozcan el problema y que incluyan el aspecto de la movilidad humana como una de las consecuencias más claras del cambio climático”, dijo Riera. “Está claro que lo más importante es poder evitar un desplazamiento forzado, pero si es inevitable, debe quedar claro cómo se debe tratar, cómo se puede ayudar a las personas a volver, o en su caso a reubicarse”, agregó Riera. El experto del ACNUR recordó que actualmente no se da estatuto de refugiado a quien huye de las consecuencias del cambio climático, un “vacío legal” que para él deja en situación de indefensión a centenas de miles de personas en el mundo. “Tenemos que dejar de pensar sólo en recortar emisiones y mantener el foco en las personas”, concluyó Riera. http://analitica.com