Argentina
presentó su propuesta para el cambio climático con vistas a la
Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 21) en
París, en diciembre de este año. El
país se propone reducir un 15% sus emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) para 2030, y un 30%, si cuenta con la ayuda y la
financiación internacional, según los términos de su Contribución
Prevista y Determinada a Nivel Nacional (INDC, por sus siglas en
inglés). La temperatura promedio global ha subido 0.85 grados desde
la era preindustrial, y si las GEI pasan el umbral de dos grados, se
provocarán graves fenómenos como extinción de especies,
inundaciones, escasez de agua, incremento del nivel del mar y
condiciones climáticas extremas, según la presentación realizada
en el Foro sobre Cambio Climático organizado por la Universidad de
Cuyo y las Naciones Unidas Argentina el primero de octubre. El
acuerdo de París plantea tomar medidas para impedir sobrepasar ese
umbral, para lo cual será necesario reducir las emisiones globales
de GEI de un 40% a un 70% para 2050 comparado con 2010 y emisiones
nulas en 2100. En 2012, los 10 principales emisores de CO2 fueron
responsables de más de dos tercios del total, seis de ellos, países
en desarrollo (China, India, Indonesia, Brasil, México e Irán), que
representan 38% de las emisiones del mundo. China sola produce un
cuarto de las emisiones del planeta. El sector energía es
responsable de la mayor parte de las emisiones de CO₂, con un 75%
de las emisiones globales. Según el estudio de la Universidad de
Cuyo y las Naciones Unidas, Argentina se encuentra en la posición
número 22 en el ranking de países emisores — un 0,88% de las
emisiones globales de GEI — y produce 4.66 toneladas métricas de
emisiones de CO2 per cápita, por debajo del promedio mundial de 4,97
toneladas per cápita y muy por debajo de EEUU, los países árabes,
Rusia, Canadá, China y la Unión Europea. Sin embargo, Argentina
muestra emisiones per cápita mayores que países como Brasil e
India. Como consecuencia del cambio climático, en la mayor parte
de Argentina continental no patagónica hubo un aumento de
temperatura de hasta medio grado entre 1960 y 2010, pero en la
Patagonia el aumento fue mayor, superando en algunas zonas 1°C.
También aumentaron las olas de calor y se redujeron las heladas,
crecieron las precipitaciones en el este del país, ocasionando
inundaciones de gran impacto socio-económico, al tiempo que en zonas
semiáridas disminuyeron las precipitaciones en la zona cordillerana
y bajaron los caudales de los ríos. Hacia mediados de siglo, se
prevé un aumento de la temperatura de entre 0,5 a 1°C en casi todo
el país, una aceleración del calentamiento observado en los últimos
50 años. Esto es importante, porque Argentina tiene un gran peso
como productor mundial de alimentos. De allí la importancia de
contribuir a controlar el aumento de la temperatura global, el mal de
nuestros días. http://mundo.sputniknews.com/
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