martes, 21 de noviembre de 2017

¿Cómo queremos mejorar nuestro medio ambiente? “Lo que no se mide, no se puede evaluar y lo que no se evalúa, no se puede mejorar”

¿Cómo queremos mejorar nuestro medio ambiente?
“Lo que no se mide, no se puede evaluar y lo que no se evalúa, no se puede mejorar”

Por: José Llanos Arias

No somos pocos los que hablamos de los deterioros que está sufriendo nuestro planeta o nuestro entorno natural más próximo, así escuchamos, que muchos de nuestros ríos están contaminados, que el aire se contamina más cada día, que el nivel del mar está subiendo, que el cambio climático está ocasionando también temperaturas cada vez más altas y que está lloviendo cada vez más intenso o que está lloviendo menos, que la deforestación está ocasionando que los ríos y lagunas se sequen, en fin son varios los daños que cada vez en mayor medida, desafortunadamente, podemos observar.
Desde algún tiempo varios grupos ambientalistas están surgiendo y otros más toman mayor fuerza. Éstos llevan a cabo diversas movilizaciones y programas para invitar a la sociedad y a las autoridades a tomar conciencia de cada uno de los daños que ya estamos sufriendo, asimismo llevan a cabo acciones concretas para evitar que estos males sigan acrecentándose. Sin embargo al momento, al parecer, no se ha logrado aún una convocatoria suficiente por lo menos para que, de manera local, iniciemos un cambio de nuestros hábitos y dejemos de contaminar.
Pero, adicionalmente a estos cambios de hábitos que ya debiéramos estar ejecutando en su totalidad, es necesario medir. En Administración reza una premisa: “Lo que no se mide, no se puede evaluar y lo que no se evalúa, no se puede mejorar”, si aplicamos este concepto a la naturaleza, aunque no podamos controlarla, bien podemos medir ciertas características de la misma y podemos evaluarlas, de tal forma que si detectamos cambios negativos, podemos realizar las acciones correctivas que los neutralicen.
Por otra parte, si deseamos implementar el uso de sistemas alternativos de energía o fuentes no convencionales de energía, tales como la eólica y la solar es necesario también contar con mediciones de la intensidad del viento y la radiación solar que nos permitan diseñar adecuadamente estos sistemas.
En el caso particular de las mediciones de variables meteorológicas, no solo sirven para las acciones preventivas de Protección Civil, sino que también pueden ser aprovechadas en beneficio de diferentes actividades productivas como la agricultura, la pesca, la ganadería, el turismo y la industria.
En los gobiernos de los estados y municipios existe una oficina que tiene la responsabilidad de la Ecología y el Medio Ambiente y que una de sus tareas es la de apoyar en las actividades para preservar, conservar y restaurar el equilibrio ecológico y protección al ambiente, pero ¿cómo se puede llevar a cabo esta actividad, si es difícil obtener datos en la cantidad y calidad que permitan realizar acciones inmediatas que eviten el deterioro ecológico?
Ante esta situación, los municipios ubicados en la costa debieran medir, de manera sistemática, los niveles de mar; los que cuentan con lagunas tendrían que medir también los niveles y la calidad del agua y en aquellos, en los que no existen estaciones meteorológicas, debieran instalar alguna para evaluar los cambios climatológicos, mientras que en ciudades grandes habría que instalar equipos para medir y evaluar la contaminación atmosférica.
Las empresas y los municipios que vierten sus aguas residuales, debieran desarrollar zonas ecológicas en sus descargas, donde se demostrara la superveniencia y reproducción de flora y fauna no nociva, eso sería la muestra más indiscutible de que no se contamina.
Así pues, es necesario que nuestras autoridades mejoren y amplíen la cobertura de la medición meteorológica, de la cantidad y calidad del agua -tanto superficial como subterránea- , que inicien con mediciones sistemáticas de la temperatura y del nivel del mar, así como de la contaminación atmosférica, pero de no ser esto posible, por la gran cantidad de puntos de medición, es necesario que también la sociedad civil tome cartas en el asunto para conformar una red ciudadana; es decir, crear observatorios ciudadanos que apoyen en la toma de este tipo de datos.
Si autoridades de todos los niveles, organizaciones civiles y población en general no tomamos verdadera conciencia de la situación en la que se encuentra nuestro medio ambiente y de que se impone un papel activo para todos nosotros, difícilmente tendremos la opción de aspirar a un mundo mejor.