RECONFIGURANDO EL CLIMA:
Un Viaje A
Través De La Geoingeniería Climática
LCA ARIS JEZZIEL LIBREROS GARCIA
El impacto del cambio
climático ya se hace sentir, ya sea experimentándolo personalmente, o a través
de informes y noticias que detallan grandes sequias, inundaciones, incendios
forestales, olas de calor, huracanes intensos, entre muchos otros efectos que son
consecuencia de este fenómeno.
¿Pero qué acciones
podemos llevar a cabo para afrontar sus efectos?
Lo primero es
la de frenar el incremento de la temperatura de nuestro planeta mediante medidas
como: la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la
promoción de energías renovables y la implementación de políticas de
conservación ambiental.
El segundo
debido a las condiciones actuales de nuestro planeta donde sus efectos son
evidentes, es la adaptación; medidas como la implementación de políticas de
gestión del agua más eficientes, la construcción de infraestructuras
resilientes ante desastres naturales y la promoción de prácticas agrícolas
sostenibles son la forma más eficiente para responder ante los efectos del
cambio climático;
En tercer
lugar, una estrategia efectiva podría combinar elementos de los dos enfoques
anteriores, es decir, tanto la mitigación como la adaptación al cambio
climático, a través de la implementación de políticas integrales que promuevan
la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y al mismo tiempo
fortalezcan la resiliencia de las comunidades y ecosistemas vulnerables.
Y una cuarta es acción la Geoingeniería, pero … ¿qué es la geoingeniería?
La
geoingeniería o ingeniería climática, es la manipulación deliberada a gran
escala del entorno planetario para contrarrestar el cambio climático
antropogénico, surge como una nueva herramienta potencial para abordar el
cambio climático con el objetivo de generar soluciones para enfriar el planeta
o para reducir los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la
atmósfera.
En la
actualidad los científicos son conscientes de que las acciones para afrontar
los impactos del cambio climático aún se encuentran en sus primeras fases de
desarrollo y no han sido establecidas a escala global, las preocupaciones de
que las emisiones no se reduzcan en ritmo y magnitud necesarios para mantener
el aumento de la temperatura media global por debajo de 2°C (sobre los niveles
preindustriales) para 2100 cada vez son más. Es por ello que, aunque interferir
deliberadamente en la naturaleza, implica grandes riesgos, algunas
investigaciones han demostrado que, sí las concentraciones de carbono en la
atmósfera alcanzan un nivel crítico, la geoingeniería podría ser la única
manera de tomar el control del clima.
De acuerdo a La Royal Socity la geoingeniería
climática debe intervenir en el sistema climático modificando el balance
energético de la Tierra para reducir los aumentos de temperatura y
eventualmente estabilizar la temperatura en un nivel más bajo que el que se
alcanzaría de otra manera. Los métodos propuestos son diversos y varían
considerablemente en términos de sus características tecnológicas y posibles
consecuencias de los cuales se destacan dos grupos principales:
1.
Métodos de remoción de dióxido de carbono
(CDR): que reducen los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la
atmósfera, permitiendo que la radiación térmica de onda larga (infrarroja
térmica) salga más fácilmente mediante:
·
Mejorar la absorción y almacenamiento por parte
de sistemas biológicos terrestres y oceánicos.
Estas
estrategias se centran en potenciar los procesos naturales de secuestro de
carbono en los suelos, vegetación y biomasa, lo que ayuda a reducir los niveles
de CO2 en la atmósfera y el océano para mitigar el cambio climático.
Algunas de estas medidas incluyen: a) Promoción de la reforestación y
revegetación; b) Implementar técnicas agrícolas sostenibles; c) Adoptar
prácticas de manejo del suelo que aumenten la materia orgánica del suelo.
d)
Fertilización de algas marinas; e) Conservar, restaurar y establecer áreas
marinas protegidas; f) Procesos de carbonatación acelerada.
·
Usar sistemas diseñados (físicos, químicos, bioquímicos).
Estas
tecnologías buscan ofrecer soluciones innovadoras para reducir los niveles de
CO2 atmosférico y mitigar el cambio climático. Ideas como Capturar
directamente el carbono para: Almacenarlo en depositos geológicos de carbón,
Utilizarlo en procesos industriales o Generar bioenergía (energía
limpia).
2.
Métodos de gestión de la radiación solar (SRM):
que reducen la radiación solar entrante neta de onda corta (ultravioleta y
visible) recibida.
·
Basados en superficie (modificación del albedo
terrestre u oceánico).
Estos métodos
implican la modificación de la reflectividad de la superficie terrestre o de
los océanos para aumentar la cantidad de radiación solar que se refleja de
vuelta al espacio.
·
Basados en la troposfera (métodos de
modificación de nubes, etc.).
Figura
1.-
Esquematización de los métodos de gestión de la radiación solar. Tomada de
https://www.etcgroup.org
·
Basados en la atmósfera superior (tropopausa y
superiores, es decir, estratosfera, mesosfera).
Los métodos
involucran la manipulación de la radiación solar en la atmósfera superior. Una técnica común es la inyección de aerosoles
reflectantes en la estratosfera para aumentar la reflectividad de la atmósfera
y reducir la cantidad de radiación solar que llega a la superficie terrestre.
·
Este enfoque
implica el despliegue de sistemas en el espacio exterior, como espejos o
partículas reflectantes, para reflejar parte de la radiación solar incidente
antes de que llegue a la atmósfera terrestre.
Cada uno de
estos métodos de SRM tiene sus propias ventajas, desventajas y consideraciones
éticas y ambientales que deben tenerse en cuenta al evaluar su viabilidad y
efectividad como herramientas para abordar el cambio climático.
Con lo anterior
es claro que la geoingeniería, no es una idea nueva, sí que ha cobrado renovado
interés en los esfuerzos por abordar el cambio climático. Desde las propuestas
pioneras de figuras como James Pollard Espy en la década de 1830 hasta los
métodos contemporáneos de gestión de la radiación solar. Sin embargo, ante la
complejidad y las incertidumbres asociadas con la geoingeniería, es esencial
proceder con cautela. Cada enfoque tiene ventajas y desventajas, así como
implicaciones éticas y ambientales que requieren una evaluación cuidadosa antes
de considerar su implementación a gran escala.
En última
instancia, para que la geoingeniería sea una herramienta efectiva en la lucha
contra el cambio climático, es necesario establecer un marco regulatorio sólido
y un enfoque colaborativo a nivel internacional. Solo a través de una
evaluación rigurosa de riesgos, una gobernanza transparente y una participación
pública significativa, podremos explorar el potencial de la geoingeniería de
manera responsable y contribuir de manera efectiva a la protección de nuestro
planeta y las generaciones futuras.