jueves, 27 de marzo de 2014

Tiempo y clima


Por: José Llanos Arias

Hablar de tiempo y clima pareciera algo muy trivial, incluso en muchas ocasiones suele ser tema de inicio de conversación para romper el hielo entre dos personas desconocidas, por ejemplo, en el taxi, en alguna sala de espera, en pláticas entre familiares e, incluso, en algunas escenas de películas se convierte en tema obligado para dar paso al diálogo.
En las diferentes épocas de calor, frío y lluvia por la que pasamos en nuestro Estado, son muchas las ocasiones en que escuchamos expresiones como ¡ahora si está haciendo más calor que en otros años!, ¡que frío hace ahora, se adelanto el invierno!, ¡estos calorones no me habían tocado!, ¡no había visto llover tanto, como ahora!, ¡ahora el clima, si está muy seco!, ¡el cambio climático está ocasionando estas temperaturas tan altas!, en fin son muchas y variadas las expresiones que escuchamos al respecto.
Así utilizamos, indistintamente, ambos términos como si fueran sinónimos; sin embargo. Es pertinente aclarar que tienen diferente significado.
El término tiempo se refiere a ciertas características de las condiciones atmosféricas o a ciertos valores de las variables meteorológicas –temperatura, precipitación, viento, humedad, presión atmosférica- que se observan en un determinado momento y en un lugar específico. Por ejemplo, los boletines meteorológicos que elabora y distribuye diariamente el Centro de Estudios y Pronósticos Meteorológicos de la Secretaría de Protección Civil, se refieren a datos que deben ser empleados bajo el concepto del término tiempo. Ya que se está indicando el valor que podría registrar la precipitación, la temperatura mínima o máxima para un día en específico.
Por su parte el término clima se refiere al estudio de las condiciones medias o promedio que registran los valores del tiempo un lugar determinado y para un período cronológico especifico; es decir, el clima es determinado por los valores que día a día toma el tiempo y que se registran en las estaciones climatológicas u observatorios meteorológicos. La Organización Meteorológica Mundial establece que las normales climatológicas para un lugar deberán obtenerse considerando un periodo de 30 años.
Adalberto Tejeda en su artículo Temple, Clima y Climaterio, publicado en el año 2002, dice: “para referirse al tiempo se usa el verbo estar, y para el clima, ser. Al momento de escribir estas notas está nublado, lo que no es de extrañarse porque Xalapa es húmeda”, en el primer caso se refirió al concepto de tiempo, mientras que en el segundo al del clima.
Gracias a las condiciones climáticas algunas ciudades, también se les conoce con otro nombre, por ejemplo: Orizaba, Ver., “La pluviosilla”, porque en promedio se tienen numerosos días con lluvia; a Pachuca, Hgo., la “Bella airosa”, porque existen varios días con viento, a Cuernavaca, Mor., “La ciudad de la eterna primavera” debido a su agradable temperatura durante buena parte del año, a Tierra Blanca, Ver., “La novia del Sol”, por sus constantes temperaturas altas. Estas cuatro ciudades podrán tener en un determinado momento el mismo tiempo, por ejemplo cielo despejado o nublado o un día lluvioso, pero no tienen el mismo clima, ya que Orizaba tiene un clima templado-húmedo, Pachuca tiene un clima templado-frío, Cuernavaca semicálido-sub húmedo, y en tanto que Tierra Blanca es cálido-húmedo.
Bajo estas consideraciones podemos decir que el tiempo cambia constantemente, mientras que el clima es “permanente”, debido a que nos estamos refiriendo a las condiciones que prevalecen en promedio en un lugar. En la actualidad, debido a circunstancias de modificación del entorno ambiental local, o probablemente al cambio climático, el clima de algunas localidades está cambiando.
La diferencia es tal, entre estos dos conceptos, que en las ciencias atmosféricas existen dos disciplinas que se encargan del estudio de cada uno de ellos: la meteorología trata de explicar el tiempo, en tanto que la climatología se aboca al análisis del clima.

Después de todo esto, podemos decir  con conocimiento de causa que hablar del tiempo y clima no es un asunto trivial, sobre todo ahora cuando la naturaleza, nos recuerda diariamente el deterioro que le hemos hecho y el que continuamos haciéndole.